cayucos y pateras.

cayucos y pateras, las dos son embarcación pequeña, de fondo plano y sin quilla. Para la patera, el diccionario añade: usada para el transporte de inmigrantes ilegales. Ante la migración ilegal, almas de cántaro siguen el rastro de telediarios contra mafias por tráfico de personas. (Querrán que migrantes migren en Ave o en Airbús.) Lejos de análisis simplistas, hay quien cae en la cuenta del valor de la migración legal o ilegal como mano de obra de reserva o como activa que habrá que incorporar junto a la mano de obra nacional; punto de vista económico o laboral igual al que tuvieron antepasados esclavistas y coloniales, quienes vieron en la esclavitud la mano de obra que trae más cuenta que ninguna. Quiero decir: hay quien, por salvar la emigración, razona -sin serlo- como empresario capitalista o como ojeador para un valor de cambio o mercancía. Y digo yo que algo tendremos que lucubrar para recomponer nuestro mundo, algo global y acorde con quien cuestiona cómo se formaron las fronteras, quiénes las decidieron y quiénes se aprovecharon y se aprovechan de esas líneas divisorias. Y habrá que atender a todas las fronteras, también las figuradas, empezando por lo que se llama trabajo o línea de trabajo o de riqueza, primera y principal frontera o meridiano que nos divide a los de dentro y a los de fuera, a nacionales y a extranjeros. Mientras el trabajo no rompa el maleficio de su etimología [trabajo : tortura] y mientras el valor de cambio de la hora de trabajo no se pague por lo que cuesta hacer ese trabajo sino por su nivel de estudios, que es bajo o muy bajo para subir al andamio, bajar a la mina, cuidar ancianos, sembrar el campo, coger la fruta o la cosecha o recoger basuras, y mientras se pague más por el nivel de estudios, ni nuestra educación ni nuestra sociedad tendrán mucho remedio, lo que es lo mismo con migrantes o sin migrantes. Trotskismo o marxismo están en nuestro adn para algo. Se llamaba revolución permanente o internacional y era contraria a las patrias y a las guerras y se llamaba (antes de internet y de la inteligencia artificial) revolución científico técnica. Radovan Richta la llamó civilización en la encrucijada (1963), que es palabra de cruce o de cambio de agujas y de costumbres. Hay que cambiar de modos o de modas y no seguirle el rollo al telediario dominante. Así pues, arriba o que viva el trabajo o quien lo trabaja, lo cual puede que hasta nos duela como profesores o como abogados que hemos sido, porque le quita alas o el vuelo a quien dice yo soy estudiante o tengo tal título o dice tal mérito quien vive de hacer la carrera o del arte o de la fiesta o de la cultura. Tocar el tema cayucos y pateras, tocar el tema migración, es tocar nuestro currículo y un volver a empezar, como un play it again, Sam, a nuestro antes de haber sido.

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