Desde la perspectiva del macho varón, se llama mujer a la hembra destinada a casar y a criar, y se llama mujer a la hembra que me puedo ligar. Tanto la sexualidad como el amor tienden a formar parejas que, en proporción, son un riesgo y pueden llegar a matar.
1º) Habría que hacer algo para prevenir a mujeres y hombres contra la pareja con fines gananciales. Lo que no será fácil porque llevamos interiorizado este currículo de la felicidad: la conquista de un hogar para dos y para los hijos que vendrán, ¡felices hijos!, dicen democracia y estado del bienestar.
2º) La estrategia del Estado contra la violencia de género es pura estampa. Se pide a la pareja un convenio [regulador] de separación cuando y donde no ha habido convenio de enlace o de emparejamiento. El mínimo rubor entre familia y dgt nos dice cómo deberíamos conducirnos.
3º) ¿El 016? ¿El sistema Viogén? ¿Los Puntos Violeta? ¿…? Échenle paciencia porque el siguiente caso de mujer víctima de su pareja o expareja sentimental (¡manda palabra!) le está esperando conforme espera el próximo telediario. El cinismo de sus señorías, clase política y votantes, es de energía solar.

