Barbie Oppenheimer.

La muñeca Barbie es un estereotipo y la única película que puede hacerse con ella es burla o parodia como esperpento de Valle-Inclán. No es el caso de la actual película con su derecho a tacones, faldas y escotes, uñas y bocas pintadas, o sea, que afirma y no cuestiona lo mujer.

Idem puede decirse del otro boom de la temporada, Oppenheimer, un interrogante sobre los valores de la ciencia, pero en su época había valores absolutos que dejarían a Oppenheimer en ridículo por mucho “solo en cines” que ahora lo agrande. No matarás y se acabó el personaje.

Se me olvidaba que las salas de “solo en cines” son una vía muerta como los nuevos museos de la vanguardia o como las viejas librerías. Parece mentira que la banda del Festival de Cine de Sevilla no se haya dado cuenta.

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