Si en carretera la prioridad la tiene el coche (digamos que las carreteras se han hecho para los coches, ir en coche es normal) y, en carretera, la bicicleta es la excepción (que hay que regular y proteger conforme y según), en zona peatonal y en casco antiguo, la prioridad (lo normal) son las personas andando. Al Ayuntamiento de Sevilla (en sus distintas versiones: PP, Psoe, Izquierda Unida o Podemos) no hay manera de meterle esto en la cabeza. Diez años después del Plan Bici, lo quieren arreglar a base de más señales y señales. Con lo fácil que sería: el estatuto de la ciudad, por este orden: primero las personas andando o en carrito minusválido, después vehículos especiales, transportes públicos y carga y descarga, luego las bicicletas, las motos y, por último, los coches particulares. Saltarse el orden de prioridades no sería una falta de tráfico sino de educación cívica y respeto a los demás. Sobraría tanta señal y tanta ley y tanta ordenanza.
*
