derecho a decidir.

No puedo exigir a los demás mi amor por Cataluña sola; sería hermoso si compartieran conmigo mi independencia de España.

Ni todo está escrito ni vivimos en el mejor de los mundos posibles.
J.J. Díaz Trillo, Cándido en la Asamblea

En reciente conversación yo había dicho que por derecho a decidir la actual población de Gibraltar decide seguir siendo provincia inglesa y en Rota te responden parecido respecto de la base militar de Estados Unidos. Por derecho a decidir deciden quienes deciden su vocación o su carrera, su sexualidad, su pareja, su pelo o su velo o su tatuaje. Cómo se puede estar contra el derecho a decidir en un mundo self-service, sé tú mismo. A ti y a mí que dialogamos, el momento no es de independes sí o no, sino de referundismo por una consulta que nadie convoca y por una constitución que nadie reforma para caber Cataluña o para salirse de ella.

Sea lo que sea de catalanes sin su república catalana, lo que se sabe es lo que será de españoles que ahora niegan el derecho a decidir a Cataluña.

La ética del derecho a decidir es igual que la de cualquier derecho humano: se conciben aunque no nos incumban (como los que dictan el buen trato animal) o aunque ojalá no los usemos nunca (habeas corpus). Otra forma de ver el derecho a decidir -menos solemne, pero tanto o más potente por cuanto en la frivolidad gana su fuerza- es tomarlo como moda o costumbre que no seguiríamos, pero que toleramos. Vuelve a ser la hora del laissez faire, laissez passer, y que la gente sea (los pueblos, las naciones) lo que quieran ser.

Yo elijo el referéndum como in dubio pro reo se elige la absolución del reo. El derecho a decidir encabezó o movió la única república que se ha dado en España desde el 14 de abril del 31. Que yo estuviera, o no, de acuerdo, ¿qué más daría? Yo canto el derecho a decidir como el más grande derecho o movimiento. El referéndum, lo bueno que tiene, es que viene de ti, de tus opiniones, de tus iguales, de tus comunes. Los políticos, los jueces, la policía forman parte de un relato que te tienes que creer, la democracia de los demócratas. Y con la democracia, las cátedras de historia, de derecho o de historia del derecho, venga remover argumentos y publicaciones sobre si existe o no el derecho de autodeterminación, mientras la sociedad se bifurca y auto determina en individuales derechos a decidir creados sobre la marcha: tatuajes, modas, derechos humanos o de familia. La regla dice que lo que sirve para Ucrania vale para Cataluña. Yo elijo el referéndum, ¿y usted?

Artículo razonando a la manera de André Gide, El inmoralista: no puedo exigir a los demás mis virtudes; ya es hermoso si encontrara en ellos mis vicios.


enlace a Espejo Público sobre el derecho a decidir

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