En España la acción política de izquierdas no existe, y tampoco en Cataluña.
Desde el año 2006 y más desde el Procés, 2012, a la inteligencia que adoptó esos términos (política, izquierdas, masas) le salió un tema estrella que ha venido a eclipsar los demás. Alguien de (mucha o poca) España quería someter su ser de España a referéndum, y España no lo consentía.
Al lado de eso, ¿la renovación del CGCJ, a quién puede apasionar? ¿Para renovar Supremo y Constitucional que sigan dando leña a la independencia?
La irrupción de Vox (asunto al que vuelve una y otra vez la banda Pablo Iglesias) o del universo Trans son mera escenografía escapista para que la gente no hable de lo que más se trata ahora en España, el ser o no ser de la propia España.
Educar o transmitir contra el derecho a decidir de un colectivo, cuando ese derecho (al velo, al tatuaje, a la moda) se ejerce por sagrado a nivel individual, supone un gravísimo atraso en la forja de personas libres,
padres y madres de España Unida Podemos que estáis educando pequeños fachas.