Se atribuye a Dios (al Dios entre las zarzas o los renglones torcidos, del Éxodo a Moisés y, de Moisés, al pueblo judío) la presentación más absoluta.
Dijo Yaveh:
—Yo soy el que soy.
(Éxodo 3: 13)
Ahora que las criaturas acceden por fin a ser quienes son, o a quienes quieren ser o a quienes quieren decir que son, menos se entiende que el derecho individual no se aplique al colectivo, y que España Unida Podemos no deje que Cataluña sea lo que quiera ser, y que viva Cataluña.