Fui demócrata cuarenta largos años, los que van de 1969 a 2010. En ese tiempo me fue dado vivir los estertores del franquismo, el Chile de Pinochet el 11 de septiembre de 1973, primer 11-S antes del que vendría en 2001 cuando el derrumbamiento de las Torres Gemelas, el golpe de Videla (esa fregona) en Argentina en marzo del 74; la Revolução dos Cravos, 25 de abril del 74, la Marcha Verde, noviembre 75, la muerte de Franco, aquel 20 N, y la explosión de la democracia hasta la llegada del Psoe de González y Guerra el 28 de octubre del 82, el año de la Movida.
Y aunque el Pce lo abandoné a final del 77 (ya no retiré mi carné para el año siguiente) y ni la Constitución del 78 yo la voté, ni tampoco al Psoe “por el cambio”, es verdad que una democracia (o más bien las ganas de) alumbró a toda mi generación estuviéramos donde estuviéramos progres, jipis, rocks o contras.
A la manera de Lenin (Libertad, ¿para qué? y Qué hacer), fui demócrata de 1969 (Proceso de Burgos tras el Mayo Francés), hasta 2010 (series Ni tontos ni marxistas, Ni cultos ni demócratas en eLTeNDeDeRo). Mis primeras señales de alarma vinieron cuando los Pactos de la Moncloa, de 1977, con el Pce de Santiago Carrillo abrazando bandera, himno y monarquía. Fue aquello que me hizo decir (mis camaradas quizá lo recuerden):
—Para estas luchas, yo ya no hago falta.
Y si, después de dejar la militancia, no dejé el voto, fue por lealtad familiar a los míos que seguían en lista, desde febrero del 81 (23-F), contra el golpismo en los cuarteles, y, desde marzo del 86, bajo título de Izquierda Unida, contra el ingreso de España en la Otan.
Tuve que ver caer el Muro de Berlín, la Urss, el Telón de Acero, para dejarme meter en el saco de demócratas a la fuerza: Occidente era demócrata, Europa era demócrata, España era demócrata, mi gente era demócrata… Diga usted ahora que usted ¡no es demócrata! Tuvo que venir otra generación (ya no la mía, sino la de mis hijos) con otro sueño en la cabeza y fue El sueño de la Generación Podemos. Yo no falté al primer impulso y me apunté a Podemos movimiento, y no partido, allá por 2010 bajo la estela de Hessel y Sampedro, de Democracia real, ¡ya!, del 15-M (15 de mayo 2011). Me apunté tanto que a final de 2011 llegué a inscribirme en Podemos. (Fue en Sanlúcar, iba yo con Françoise). Orto y ocaso. Visto y no visto. Como el Sí se puede del presidente Obama (20 enero 2009), ni Tsipras ni Varoufakis, ni Iglesias y su gente, aquí en España, iban a poder nada contra las crisis sucesivas que asolaban el mundo.
Daniel Lebrato volvía a su absentismo pensando dos cosas.
A nivel personal, ya había perdido demasiados contactos y amistades por culpa, digamos, de la política.
A nivel colectivo, solo una salida se dibujaba en su cabeza: sin clase obrera occidental en lucha, todas las imaginaciones del marxismo carecían de sentido; y, sin marxismo, la única lucha posible sería aquella que interesara a clases medias acomodadas creídas e instaladas en su estado del bienestar, símil adaptación a esa zona de confort donde los actuales suelen estar tan a gustito.
Sin clase obrera en lucha, conceptos como sindicato, huelga, manifestación, protesta o días como el primero de mayo se vacían de sentido, no van a ninguna parte ni con pancartas, ni con panfletos, ni con pintadas ni con partidos ni camaradas de una supuesta categoría de izquierdas.
En todo este tiempo, a lo único que cabe llegar y esperar (hacer factible como factible es el voto útil) es ejercer dos derechos (en la sociedad de derechos) bien marcados y absolutamente educados y pacíficos: la abstención crítica (no acudir a las urnas cuando nos convoque la democracia) y la objeción de conciencia fiscal hecha efectiva a través de impuestos (no a la Iglesia, como recoge la Declaración de Hacienda: no al Ejército, no a la monarquía). Solo esas discrepancias ciudadanas podrían valer por lo que un día valieron las tomas de la Bastilla o del Palacio de Invierno.
Demócratas, no; muertos, tampoco.
Historia de la democracia.
Pues amarga la verdad, quiero echarla de la boca
(Quevedo, Paco Ibáñez)
Jo vinc d’un silenci antic i molt llarg
(Raimon, 1975)
Quien haya leído las dos primeras entregas de estas Memorias de un intolerante, se habrá dado cuenta que la política que me mueve o me movía no ha sido la de siglas y partidos, y mi charla no podía ir nunca por la senda de la Generación Podemos que ha ido dando por ciertas las mentiras de la democracia que son, al fin, el relato del capitalismo. La deriva de un Pablo Iglesias, veinte años esquivando o dando largas federalistas a la cuestión catalana -vieja como la historia de España- indica a las claras la podredumbre en que nos movemos. No solo el trumpismo de la Democracia marca el paso a las otras democracias. No solo la vieja izquierda se ha desdibujado. Conceptos como república han quedado apalancados en la obsoleta 2ª República mientras a la España republicana que asoma por Cataluña la izquierda eñe responde con un vacío que pone espanto.
república, izquierda, democracia no significan nada. La democracia vuelve a merecer el calificativo de democracia burguesa que mereció a ojos de Marx y Engels desde el Manifiesto Comunista (1848).[1]
cronología de la democracia
1649-1793. Albores republicanos (Londres, 30 enero 1649; París, 21 enero 1793). Inglaterra y Francia cortan cabezas que habían sido coronadas “por la gracia de Dios”.
1799-1889. Consagración de la democracia: bonapartismo o presidencialismo. El pueblo nombra Jefe de Estado (que no el parlamento) y, éste, Jefe de Gobierno. Tres poderes, aparato policial y Razón de Estado.[2]
1870-1945. Imperialismos y repartos coloniales. Desde la Guerra Franco Prusiana (19 julio 1870) hasta fin de la 2ª Guerra Mundial (2 sept 1945). 28 abril 45: fin de Mussolini; 30 abril: fin de Hitler; 15 agosto: tras Hiroshima y Nagasaki, fin de Japón.
1917-2021. Anticomunismo, Guerra no tan Fría y guerras de la Cía (Chile, 1973-…).
Cronología de la democracia en Cataluña.
2003-2017-2021.
La lucha de Cataluña por su estatuto remonta a 2003, cuando tras 23 años de pujolismo cuaja un tripartito PSC + ERC + IC-Verds con objetivo elaborar un nuevo Estatuto de Autonomía que fue aprobado por el Parlament el 30 sept 2005 con los votos de todos los grupos menos PP. Manifestación Som una nació i tenim el dret de decidir, Barcelona, 18 febrero 2006. Plataforma Derecho a Decidir respaldada por ERC contra los cambios introducidos por el Congreso de los Diputados en el proyecto del nuevo Estatut: inicio del procés que culminó el 1 octubre 2017.[3]
Durante todo ese tiempo Pablo Iglesias y los suyos estuvo, estuvieron, desaparecidos.[4]
—Mi padre es un intransigente (segunda parte de)
—Elecciones generales Todo a cien
[1] Mi periodo de demócrata dura de 1969 (Mayo Francés + Proceso de Burgos + Lenin, Libertad, ¿para qué?, y Qué hacer), hasta la serie Ni tontos ni marxistas (eLTeNDeDeRo, 2010) previa a Ni cultos ni demócratas.
[2] 18 Brumario de Luis Napoleón: Karl Marx expone el golpe de Estado de Luis Bonaparte en París, 2 diciembre 1851, como resultado de la lucha de clases. El texto comienza con la famosa frase de Marx: “La historia ocurre dos veces: la primera, como tragedia y, la segunda, como farsa” (cumplido a Hegel): el golpe como parodia al de Napoleón Bonaparte en 9 noviembre 1799 (18 brumario del año 8 republicano), que culminó el ascenso de la burguesía y marcó el inicio del imperialismo francés.
[3] El referéndum del 1 de octubre del 17 votó el 43 % del censo, y el SÍ se impuso con el 90 % de los sufragios. Dos días después el rey Felipe calificó la actuación de deslealtad inadmisible a los poderes del Estado. El 27 de octubre el Gobierno acordaba la destitución de Puigdemont y de todo el Govern y la asunción de sus funciones, y Mariano Rajoy, asumiendo las del presidente de la Generalitat, convocaba elecciones al Parlament para 21 de diciembre. Poco después la Fiscalía General presentaba una querella contra Puigdemont y todo los consellers por la declaración unilateral de independencia. El 29 octubre Puigdemont y cuatro consejeros marchaban a Bruselas, mientras el exvicepresidente Oriol Junqueras y el resto de consejeros se presentaron el 2 de noviembre ante la Audiencia Nacional, que ordenó su ingreso en prisión incondicional.
[4] Nota sobre Àngels Barceló: La senyora Àngels Barceló directora d’un mitjà de comunicació privat no tenia cap obligació de convidar a VOX. I aquest és un procés de blanqueig del feixisme q té conseqüències, també per a la senyora Barceló. Cadascú ha d’assumir la seva responsabilitat, i en té molta fa temps. @lluis_llach, Apr 24.
Nota sobre Pablo Iglesias: El desembre del 2017 @PabloIglesias deia cínicament que els independentistes havíem despertat el feixisme. Ara la temptació és dir-li a ell el mateix. @jaumeclotet, Apr 24.
—Elecciones generales Todo a cien