Farsa y licencia del españolismo andalucista (volumen 2).
De la política, guardo profundas raíces y señales, aunque hace tiempo que no voto y permanezco al margen cuando las urnas se mueven. De mí, podría decir lo que, a Sabina, Nicanor el del Café de Nicanor cuando le preguntaron si había estado enamorado:
—Yo no, señor. Yo siempre fui camarero.
Como camarero, me duelen las teclas, entre redes sociales y opiniones, por seguir el partido que se juega en Cataluña. Tal vez, porque, de todas las tierras, me ha tocado Andalucía.
La Junta de Andalucía recoge así el final del proceso por la autonomía de Andalucía.
El 4 de diciembre de 1977 casi dos millones de andaluces salió a la calle convocados por la asamblea de parlamentarios. La derecha (Ucd) se mostraba contraria al procedimiento por el artículo 151 (rápido, que la Constitución fijaba para nacionalidades históricas: Cataluña, País Vasco, Galicia) y defendía proceder por el 143 (de menores competencias). Por ello, hizo un llamamiento a la abstención en el referéndum que había de ratificar las iniciativas de la Junta Preautonómica Andaluza. La Ucd granadina llegó a crear la bandera de Andalucía Oriental sola con inspiración en la estelada catalana y en la bandera de Cuba castrista. Mírenla aquí:
La Junta de Andalucía se constituyó en junio de 1979 y decidió, con la mayoría de los ayuntamientos andaluces, acogerse a la vía rápida del 151. El 28 de febrero de 1980 se celebró el referéndum autonómico que triunfó, menos en Almería[1]. La modificación de la Ley Orgánica de referéndum permitió desbloquear la autonomía, que se completó con la aprobación del Estatuto en un nuevo referéndum. Pueden leer una buena crónica en Eduardo Amat Alcaraz, Expansión, febrero 2014.
O sea. Dos fuerzas: derecha izquierda, Ucd Psoe. Dos grados de conciencia: histórica o autonómica. Y un método constitucional en dos artículos: 151 y 143.
Como recuerda Kike de los Reyes en Andalucía Diversa, (2015), en Andalucía se produjo una situación inesperada y mal medida por los constituyentes y por el partido en el Gobierno, Unión de Centro Democrático. Por un lado, el 12 de octubre del 77 se había constituido en Sevilla una Asamblea Autonómica, como órgano preautonómico. Por otro, una importante movilización social centrada el 4 de diciembre con manifestaciones masivas en todas las capitales andaluzas. La confluencia clase política y sociedad impulsó al Gobierno de Suárez a aprobar la constitución de la Junta de Andalucía el 27 de abril de 1978, con Plácido Fernández Viagas, independiente en las listas del Psoe, como primer presidente. El 4 de diciembre de 1978 se firmó el Pacto de Antequera para iniciar el camino autonómico en el periodo más breve posible y bajo el marco más óptimo. Refrendado el texto constitucional en junio del 79, se constituyó la Junta de Andalucía, con Rafael Escuredo, Psoe, como presidente.
Conclusión. Todos los argumentos anti referéndum en Cataluña emitidos desde Andalucía o desde la izquierda andaluza en Cataluña o en Andalucía, desmienten su pedigrí y habrá que irlos a buscar a otra parte o circunstancias:
—Tal vez, al efecto búmeran que da el voto asociado a izquierda o derecha cuando izquierda y derecha tienen en distinto espacio, cada una, su vivero de votos.
—Tal vez, al contraste entre tres Andalucías que son además tres tiempos: la Andalucía del 151 y 4 de diciembre, la Andalucía del 143 y 20 de febrero, y la Andalucía del 12 de octubre y día de la patria.
—Tal vez, Andalucía españolista animada por inmigrantes en Cataluña integrados o desintegrados.
—Tal vez, por el efecto selección nacional de fútbol que ayudó a la campaña por la bandera española.
—Tal vez, por la cuota de andaluces en los cuerpos y fuerzas de seguridad del Estado, policías de Jusapol más sensibles al Valle de los Caídos que a la Rambla barcelonesa.
—Votantes y partidos, partidos y votantes, las urnas los crían y ellos se juntan. Ver ahora en qué quedó el andalucismo del que Andalucía presumía, no creo que valga la pena. Sí es de notar el anticomunismo (o anti Izquierda Unida) del susanismo Psoe, tanto o más como el desarme del Partido Andalucista y del Psoe nacional en bipartidismo de pacto o bloque anti terrorista, mucho después de Eta.
—El caso es que, donde ayer teníamos masas afiladas por traer autogobierno a la región, hoy tenemos quien nos dice (y cito literalmente): “los vencedores de la guerra se quedaron con el patrimonio y con la patria, monopolizaron la bandera y ahora, ayudados por los independentistas, están en el empeño de resignificar la bandera de la democracia para darle el valor de su ideología”. Ayudados por los independentistas, han leído bien.
—Otro notable, sesudo y prestigiado hispanista, nos hace jugar al adivina quién dijo esta frase: “Hay mucha manipulación en las narrativas nacionalistas. Los mitos buscan dar coherencia a la sociedad. Los historiadores estamos llamados a desmitificar el nacionalismo. La fiebre nacionalista proviene del miedo a la globalización, de supersticiones identitarias y el desengaño de la sociedad. Un contexto inflamable. Se han manipulado los libros de texto, pretendiéndose establecer la oposición de un Estado, una construcción artificial. Ha sido un trabajo muy eficaz que además se ha prolongado en la repercusión internacional gracias a campañas dotadas de presupuesto y de intenciones. (Se trata de John H. Elliott, El País. 29/10/18).
Ya les dije que yo siempre fui camarero.
[1] Almería. Porcentaje de abstención: 48,98 (casi la mitad del censo electoral almeriense: 285.139). Votos favorables: 42,07 (lejos del 50 por cien exigido). La vía andaluza por el 151 había fracasado.
Ya les dije que yo siempre fui camarero.