Dicho lo dicho en Anticapitalistas, claro que existe clase obrera, ¡y clase feudal y clase esclava! Lo que no hay es clase obrera militante y con conciencia de un desempeño (de un rol o de un papel) histórico. Ved los partidos de izquierda y sindicatos obreros. Dígannos ellos, su programa o su lucha, qué ha sido de la lucha de la clase obrera. No hay más clase obrera que la perdida.
En cuanto al mesianismo (de estirpe bolchevique o leninista), a ver qué minoría se arroga hoy la tarea de decirle a la clase trabajadora por qué vive la situación que vive. Los comunistas cumplieron esa denuncia al sistema y ese deber de conciencia pero -desde el momento que perdieron (o no tuvieron más remedio que perder) la Internacional y se pusieron a proteger y a cuidar sus naciones- dejaron de ser lo que habían sido. Y ahí están Psoe, Pce, IU o Podemos, ¡pingüinos nacionalistas en nombre de la izquierda en cuanto soplan vientos dudosos de Cataluña!
Podrá seguir habiendo anticapitalismo, solo como sigue habiendo anticomunismo: dos fantasmas de un viejo duelo siglo 20 (capitalismo / comunismo) que ganó el capitalismo sin duda alguna.
Y ahí están apadrinadas por el capitalismo palabras sacrosantas como libertad, derechos humanos o democracia.
Solo por haber ganado esa batalla de imagen, el capitalismo puede presumir de podio y el comunismo, en cambio, no más que reconocer su derrota.
Quien diga que esas tales grandes etiquetas podrían ser de otra forma, distinta, está diciendo, ante las clases obreras, chorradas inentendibles.
Y, cuando no, ahí tienen religiones (las de las tres culturas), feminismos churretes o mil y un alienaciones que en forma individual pone el sistema para, entre afortunados del cayuco o la patera y con ayuda de oenegés, sacar un caso por milagro y a eso llamarlo vida.
A anticapitalistas nos toca reconocer:
—¡Y un mojón para mí!
□ En portada: Narciso de Caravaggio (1597-99), quizás por el narcisismo de quien solo se mira a sí mismo, defecto de la vista que es común en anticapitalistas, carril ciclistas y familiares enamorados de su familia.
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