sobre el abstencionismo crítico.

Hago correr este enlace al diario El Mundo sobre la abstención en España. La máxima abstención se dio en 1979, con un 31,96 por ciento del censo que no fue a votar. Si en las elecciones del 28 de abril se alcanzara un 50 o un 60 por ciento de abstenciones ya sería un mensaje imposible de no escuchar. Otra cosa. Quien se preocupa por Cataluña piense que, si en Cataluña cundiera el boicot, tampoco el separatismo institucional saldría para adelante. Así que anímense. España es una locura que hay que mandar parar. Si yo fuera un influyente en las redes sociales o si yo tuviera voz de peso en alguna sigla política, no dudaría en hacer la campaña #yonovoto o petición y recogida de firmas vía Change.org.

Sólo votar cada cuatro años, con urna y cortinilla y el enorme gasto de papel y personal (papeletas, mesas electorales, fuerzas del orden, sueldos y dietas y horas de trabajo perdidas) ya es para pensar habiendo, como hay, firma electrónica y modo digital de validar el voto como en otros países (más pobres) ya se hace. Lo digital es gratis mientras que una campaña, desde la pegada de carteles hasta el último escrutinio, cuesta una pasta que nos deberíamos negar a pagar.

El último consuelo sería que abstencionistas ya no tendríamos que quejarnos de la clase política ni de si roban o no roban. Ética o moralmente quedaríamos superiores a quien primero vota y luego (¿de qué?) se queja.


Deja una respuesta

Introduce tus datos o haz clic en un icono para iniciar sesión:

Logo de WordPress.com

Estás comentando usando tu cuenta de WordPress.com. Salir /  Cambiar )

Foto de Facebook

Estás comentando usando tu cuenta de Facebook. Salir /  Cambiar )

Conectando a %s