Que la democracia es arma arrojadiza se ve en Venezuela, sea usted partidario de Maduro o de Guaidó. Desde Chile en 1973, gendarme de la democracia es la Cía y la libertad, hoy Donald Trump.
Que izquierda y derecha son divisiones arbitrarias se ha visto en la Andalucía deprimida que ha votado a Vox. Se vio en el mileurismo, señorito, de Podemos y lo demuestra el Psoe de “somos la izquierda” como si a su izquierda no hubiera nada. La Izquierda Unida partidaria de un cambio de modelo social hoy ejerce de guardián de un Estado del Bienestar que no inquieta a las rentas más altas.
Ocurre que la vieja izquierda se ha ido diluyendo hasta casi igualarse con la derecha de toda la vida. El pretexto ha sido siempre un enemigo común ante el que la democracia y el Estado debían cerrar filas. Bajo el bipartidismo, contra Eta y el yihadismo y, bajo el tetra, contra quienes quieren romper España y contra la ultraderecha. La buena gente reacciona alarmada: Cataluña y Vox nos quieren quitar el bienestar. La campaña Psoe, IU, Podemos está servida.
Al final, las dos España de ahora mismo son la que pide y la que da (o tendría que dar) y baja impuestos y alardea, como Guaidó, de ¡libertad!, ¡libertad! y ¡libertad!
Si alguien me pasa sigla o partido que se salga de ese guion, yo ejercería (como quiere ejercer una parte de Cataluña que todavía no lo ha ejercido) mi derecho a decidir. Mientras tanto, me salgo como puedo salirme de España. Ser apátrida es más complicado que apostatar de la Iglesia. No votaré. Y propongo que la España crítica con lo que está pasando no vote ningún día hasta que la clase política se baje del escaño que con nuestro dinero le estamos pagando como pagamos jueces y fiscales y un estado policial como no se ha visto desde las peores pesadillas del franquismo. Basta ya.
Por encima, o por debajo, de un índice de abstención periodísticamente relevante, el 28 de abril la democracia española quedaría tocada y puesta en evidencia ante los socios europeos y mundiales que la avalan. Que España haga el ridículo sería un redoble de conciencia.
Aunque no estés de acuerdo, pásalo y que la gente decida. #yo_no_voto, #yo_no_voto. Que haya una jornada de urnas vacías.
–enlace a Huelga General contra la Democracia (1)