
Mi querida gente todavía está a tiempo de mandar un mensaje de solidaridad al referundisno catalán y universal: derecho a decidir. Quienes supuestamente no se movilizan porque el referundismo es de derechas, que se salgan de ahí: ¡claro que es de derechas! Mi Betis bueno, mi virgen del Rocío, mi barrio, mi casa. Todo lo que queremos conservar y empieza por mi, es conservador, es de derechas. Pero eso no quita que esos valores de mi equipo, mi cofradía, mi territorio, sean valores universales, patrimonio irracional de hombres y mujeres de todo el mundo. Y es que el partido que se juega Cataluña y España no es de derecha frente a izquierda (no al menos si por izquierda entendemos Izquierda Unida, Julio Anguita, Alberto Garzón, Nicolás Sartorius o Joaquín Sabina).
PP y Psoe ponen la raya, la línea roja, en Constitución sí o no y lógicamente un país que se independiza tiene que romper (¿cómo lo va a hacer, si no?) con la Constitución del país del que se quiere emancipar. Vayamos al principio que es, al final, el 155: ¿alguien se cree que España o cualquier nación que en el mundo es y ha sido se desprende con gusto y voluntariamente de alguna parte de su territorio, por pequeña que sea (ahí está el islote Perejil con bandera española)?
Al Rey y a Rajoy yo los comprendo: guardan sus cabras en su corral. Lo que no se entiende es que mentes libres y abiertas no se den cuenta de que, como ha ido cambiando el mapamundi, el mundo que conocemos con todas sus fronteras seguirá cambiando, cambiará y cambiará. Honor a la Cataluña que se ha saltado las leyes española para tener sus leyes propias. Salud y força al Estatut.